El contexto: hacia una nueva normalidad

Desde el 16 de junio, las empresas de manufactura y armadores han retomado sus actividades conforme se relajan las medidas de prevención en medio de la pandemia de COVID-19, la cual tan solo en abril pasado, causó una caída de 25.1% en la actividad industrial, de acuerdo con el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Después de casi tres meses de cuarentena, las industrias se preparan para una “nueva normalidad” que implica retos en diversos frentes: financieros, de operación y comerciales.

Con el fin de conocer más a detalle qué es lo que le preocupa a los empresarios y exportadores, Drip Capital México realizó un análisis entre sus clientes para conocer las inquietudes de diversas industrias significativas para México en el comercio internacional, desde agroproductos a aeroespacial y automotriz, de cara a la reactivación.

Retos de la crisis del COVID-19: falta de liquidez

“La contracción del mercado ante el cierre de muchos clientes, así como la falta de liquidez en ciertos momentos cumbre” han sido puntos de preocupación, según explica Santiago Vázquez, director general de Covaflo, un cliente de la fintech dedicado a productos de empaque y de limpieza como gel antibacterial y cloro, los cuales han tenido importante demanda en la pandemia.

Para otros sectores, como el automotriz, el__ flujo de efectivo__ también ha sido un reto, de acuerdo con el testimonio de Booster Precision Components.

Tomando en cuenta que los requerimientos de las Pymes exportadoras son de alrededor de 800 mil dólares en capital de trabajo y que hasta 80% de su flujo se encuentra concentrado en uno o dos clientes, las complicaciones económica de la pandemia han puesto en jaque a muchas empresas.

La búsqueda de alternativas para financiarse ha tenido un incremento importante: tan solo en Drip Capital, las solicitudes de factoraje han incrementado hasta en 50%.

Por otro lado, Mevi, empresa dedicada a la exportación de aguacates, está a la expectativa de “la apertura de los mercados internacionales, pues, si bien este agroproducto ha librado las complicaciones en el mercado, __las medidas de prevención también han impactado en los objetivos de crecimiento de la compañía__”, comentó Felipe Martínez Casas, su director de operaciones.

Preocupaciones sobre la reactivación de la economía

Las empresas mexicanas ya han puesto en marcha sus iniciativas para reanudar actividades. MASISA, compañía especializada en soluciones de muebles y arquitectura de interiores mencionan que “dentro los protocolos en esta fase incluyen conservar la modalidad de home office y reducir el trabajo en oficina solo para actividades específicas y con medidas estandarizadas, como el uso de cubrebocas y gel antibacterial, desinfectar superficies, medición de la temperatura y capacitación constante al personal”, indicó Felícitas Hernández, gerente de Egresos de la compañía.

Esta fase impulsa a que las organizaciones a adaptarse encontrar medidas para seguir operando con la mayor normalidad posible. Sin embargo, en la reapertura económica, la inquietud en común de las empresas está en el periodo incierto para el regreso “a la normalidad”.

Las compañías de los sectores mencionados vuelven a concordar en que entre sus preocupaciones persiste la lenta recuperación y el riesgo de la contracción del mercado, sobre todo tomando en cuenta perspectivas recientes como las del Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, quien indica que ni siquiera en 2021 se conseguirá una reactivación económica cercana a la que teníamos antes de la pandemia del COVID-19.