Tras meses complicados y la incertidumbre generada por la pandemia de COVID-19, esta semana Fitch Ratings y Moody's, dos de las calificadoras más relevantes a nivel global junto a Standard & Poor's (S&P), recortaron la nota crediticia de México.

Cabe mencionar que semanas atrás, S&P hizo lo propio y redujo la calificación a 'BBB' por una "combinación de shocks del COVID-19 –en México y en Estados Unidos, su principal socio comercial– y de la caída en los precios internacionales del petróleo".

Tomando en cuenta que la perspectiva negativa entre las calificadoras persiste, existe la posibilidad de que en los próximos meses se rebaje nuevamente.

¿Qué son y para que sirven las notas crediticias?

Aunque la metodología exacta de las calificadoras no es completamente pública, todas toman en cuenta una mezcla de datos y análisis de información sobre los emisores de deudas, de reportes oficiales gubernamentales, así como del contexto político y económico.

Las notas tienen la intención de dar un referencia para que los inversores sepan si los países o empresas pueden cumplir con sus obligaciones, es decir, su capacidad de pago.

Aunque existen variaciones en la nomenclatura de acuerdo con cada organismo, los rangos similares. La escala de Ficth se divide de la siguiente manera:

calificadoras

¿Qué significa y qué implicaciones tiene para México?

Para Fitch, la crisis del Coronavirus llevará a México a una severa recesión durante este año y una contracción económica del 4%.

Estas declaraciones no tardan en tener un efecto: a partir del anuncio de Fitch, el peso se ubicó como la segunda divisa que más se deprecia frente al dólar rozando las 24.2173 unidades, después de que cerrara en 23.9860 pesos.

Por su parte, Moody's advirtió que el coronavirus causará una importante disrupción en la economía y vaticina una profunda contracción económica en el segundo trimestre de este año.

Esta nueva posición en sus escalas deja a México a solo un nivel por encima de grado especulativo.

¿Por qué esto afecta a las empresas mexicanas?

Al ser el grado de riesgo de un país más alto, cuando busque adquirir deuda para impulsar sus proyectos y políticas, esta será más cara, es decir, tendrá que pagar mayores intereses.

Lo anterior se traslada también a todo su sistema financiero: es más caro para los bancos pedir dinero y, por ende, suben las tasas para sus clientes. Así, tanto para individuos, como para empresas esto significa mayor dificultad de acceder créditos.

En este contexto, es difícil ofrecer financiamiento y estímulos que ayuden a fomentar la economía, y se complica para nuestro país sobreponerse y salir de las recesiones pronosticadas.

¿Qué alternativas existen para mejorar?

De acuerdo con el mismo comunicado de la calificadora, la recuperación del comercio global puede traer ventajas para México.

La apertura y posición estratégica de nuestro país representan una ventaja para estabilizarse y recuperar sus notas crediticias, tomando en cuenta también su participación en la cadena de suministro de Norteamérica. En sentido, el T-MEC jugará un papel importante al entrar en vigencia durante mediados de año.

La apertura y posición estratégica de nuestro país representan una ventaja para estabilizarse y recuperar sus notas crediticias, tomando en cuenta su participación en las cadenas de suministro de Norteamérica. En ese sentido, el T-MEC jugará un papel importante al entrar en vigencia durante mediados de año.

A mediano plazo, Fitch espera que conforme los negocios estadounidenses busquen depender menos de China, también se incentivaría la inversión en México.

Opciones para empresas y PyMEs

En esa línea, adicional a la creación de políticas económicas centradas en el mercado, las empresas mexicanas tienen el reto de buscar medidas que las ayuden a estabilizarse ante un panorama negativo.

Para ello, el financiamiento jugará un rol clave y la tecnología financiera puede ser un recurso para acceder a capital de trabajo, sin la necesidad de adquirir deuda en medio de un periodo de incertidumbre.