Tras ya casi 2 años de inquietud por reportes de desaceleración económica global, la pandemia de Coronavirus desató una crisis que vaticina una amplia temporada compleja para economías como México.

“En este escenario, las Pymes nacionales enfrentan una amenaza grande para su crecimiento y subsistencia en el mercado, por lo que la liquidez, finanzas sanas y el acceso a financiamiento son prioridades”, puntualiza Edmundo Montaño, director general de la fintech Drip Capital.

El panorama: pronósticos complejos y restricción del crédito

Especialistas financieros han mencionado que la crisis por el Coronavirus generó un fenómeno de credit crunch —restricción del crédito— que podría poner en marcha una serie de bancarrotas corporativas y una crisis financiera global, similar a la de 2008.

“El mercado de crédito se mueve rápido hacia un punto de no retorno, en el cual las fuentes de financiamiento se acaban, los emisores enfrentan restricción de liquidez, incrementan las pérdidas de crédito y los inversionistas se apresuran a tomar la salida más cercana”, explicó Oleg Melentyev, estratega del Bank of America.

Esta situación es especialmente crítica para empresas con poco efectivo, mucha concentración en pocos clientes y altos niveles de deuda, pues pueden incumplir con sus pagos, bajar la capacidad para sostener sus operaciones e, incluso, ir a la bancarrota.

Por otro lado, considerando que sus clientes tarden más tiempo en pagar por sus propias complicaciones y que en varias industrias las ventas sean afectadas por una menor demanda del mercado, las empresas también se ven afectadas al contar con menos fuentes de ingresos y, por ende, un capital de trabajo restringido.

Las alternativas: factoraje financiero

Para mitigar los efectos de la incertidumbre, el aumento del precio del dólar y evitar la insolvencia financiera, asegurar la disponibilidad de capital es vital.

El sector de tecnología financiera, caracterizado por ser más versátil que el tradicional y aprovechar tanto tecnología, como capital de diversos mercados, ofrece alternativas digitalizadas de esquemas de financiamiento más seguros en medio de la incertidumbre, como el factoraje. Al no ser un crédito, sino una transacción comercial, este tipo de financiamiento ayuda a las empresas a tener capital de trabajo de manera rápida y menos riesgosa.

“Por ejemplo, el financiamiento que brindamos a exportadores ofrece una línea de crédito de hasta 2.5 millones de dólares y evita la colocación de colaterales o bienes de los acreedores como garantías de pago”, concluyó Montaño.