El sector fintech en México se está posicionando cada vez más. El país, junto con Brasil, se ha convertido en el líder latinoamericano en donde estas empresas de tecnología financiera están alcanzando valuaciones cada vez más altas.

De acuerdo con Andrés Fonato, fundador de Finnovista, durante el primer semestre del año hubo un récord de inversión en capital de riesgo alcanzando los 6 mil 400 millones de dólares y se espera que, para el cierre del año, esta cifra alcance los 15 mil millones de dólares, de los cuales el sector fintech recibiría alrededor de la mitad.

Según Fonato, existen alrededor de 2,300 empresas de este sector en Latinoamérica al 2021. Y, según un reporte de Finnovista elaborado en 2020, desde 2016 el número de fintechs en México ha crecido a una tasa promedio de 23% anual, un crecimiento de 14% de 2019 a 2020, con 441 en total.

En Latinoamérica, la mayoría de estas empresas de este sector se encuentran en Brasil y México y, junto con Colombia, Argentina y Chile, abarcan el 80% en la región.

Esta industria ha representado una opción para las empresas que no contaban con grandes oportunidades de crédito por parte de las instituciones financieras tradicionales.

Drip Capital, fintech especializada en factoraje, indicó que hasta 50% de sus clientes buscan financiamiento con ellos por falta de colateral, ya que tienen algunas garantías ya comprometidas o no cuentan con algún activo de este tipo.

¿Qué es una fintech?

Fintech es un acrónimo de financial technology o tecnología financiera. Se usa para referirse a cualquier tecnología utilizada para optimizar, mejorar o digitalizar los servicios financieros tradicionales.

También se puede referir a softwares, algoritmos o aplicaciones para herramientas informáticas. Algunas de las actividades que comprenden las fintech se encuentran:

  • Medios de pagos y transferencias.
  • Evaluación de clientes y de riesgo.
  • Prevención de fraudes.
  • Verificación de identidades.
  • Soluciones financieras.
  • Asesoría financiera.
  • Crowdfunding.
  • Criptomonedas y blockchain.

La Ley Fintech

Desde el año pasado, autoridades mexicanas se han enfocado en regular este sector para dar un marco de operación a empresas y usuarios. En términos generales, la Ley Fintech especifica tres grandes temas:

  • Las instituciones de tecnología financiera (ITF) que se adhieren a las nuevas reglas. Las ITF reguladas son las instituciones de financiamiento colectivo (crowdfunding) y las instituciones de fondos de pago electrónico (como los monederos digitales con los que puedes realizar transferencias).

  • Criptomonedas. Denominados como activos virtuales, los cuales no son consideradas como moneda de curso legal, pero deben ser aprobadas por el Banco de México.

  • “Modelos novedosos”. Al referirse a modalidades distintas a las existentes en el mercado.

“La importancia de esta ley está en proteger a los usuarios de estas plataformas para, por ejemplo, evitar esquemas fraudulentos. Al proteger a los usuarios, esta ley puede ayudar a dar mayor confianza y certeza, lo cual ayudará al crecimiento de toda la industria fintech”, explica Edmundo Montaño, director general de Drip Capital.

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Sector fintech: una opción para la búsqueda de financiamiento

Al 2020, México cuenta con 441 fintechs, entre las cuales se encuentran empresas valuadas en más de mil millones de dólares como lo son Clip y Bitso, seguidas de otras que están cerca de llegar a esta valuación.

El último reporte de la Evolución del Financiamiento a las Empresas, realizado por el Banco de México, al segundo trimestre de 2021, solo 17.4% de las empresas encuestadas utilizaron nuevos créditos, refiriéndose a las alternativas de instituciones financieras tradicionales como son los bancos.

Esto abre muchas oportunidades sobre todo para las PyMEs quienes son las que más se ven afectadas por los requerimientos tradicionales para el proceso de evaluación de crédito.

Los procesos de las fintech tienden a ser mucho más sencillos y, como mencionamos, los requisitos pueden ser menores en muchos casos. De la misma forma,las tasas de interés pueden ser más bajas o competitivas, además de que estas empresas, por sus innovaciones, tienen la posibilidad de ofrecer las líneas de crédito más altas.

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