La tendencia hacia el Capex

En el proceso de recuperación tras las fases más complejas de la pandemia, las empresas globales buscarán enfocarse en inversiones de capital (Capex), lo que implica un nuevo reto significativo para las PyMEs en materia de competencia, asegura un análisis de Drip Capital México, fintech especializada en financiamiento internacional.

Y es que según predicciones en la banca multinacional de inversión Morgan Stanley, existirá un ciclo de inversiones de capital (Capex) importante: se estima que la inversión global alcanzará 121% de los niveles pre recesión, al final de 2022.

Por su parte, Oxford Economics también augura que habrá un "boom de gastos de capital”, mientras que IHS Markit dice que la inversión real fija podrá incrementar hasta 6% este año.

“Ahora que los analistas auguran un incremento en las inversiones Capex de las empresas a nivel global, __el financiamiento será clave para que las PyMEs puedan seguir compitiendo__”, aseguró Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México.

La crisis económica sufrida a nivel global, a raíz de la COVID-19, tuvo una serie de efectos significativos en el comercio y las economías globales; según las estimaciones del Banco Mundial, la economía mundial se contrajo un 5,2% en 2020, lo que, para esta institución financiera global, es considerado como la peor recesión económica desde la segunda guerra Mundial.

A decir del directivo de la fintech, si bien la recuperación económica ya se está poniendo en marcha, la incertidumbre y los efectos económicos de la pandemia siguen causando estragos en las compañías a nivel finanzas, sobre todo en las PyMEs.

“Si bien es un elemento clave para mantenerse como jugadores competitivos, __las PyMES se encuentran en un escenario difícil para seguir la misma tendencia de inversión en Capex, debido a que sus niveles de liquidez se han visto comprometidos y se les ha dificultado el acceso a capital__”, explica Montaño.

Diferencia entre Capex y Opex y los errores de las PyMEs sobre sus fuentes de capital

Diferencia entre Capex y Opex y los errores de las PyMEs sobre sus fuentes de capital

El análisis de la fintech destaca que invertir en su negocio es un aspecto importante para todo tipo de empresas, pues les ayuda a adaptarse rápido a nuevos modelos de trabajo y de hacer negocios, así como ante la necesidad de innovación.

Pero, ¿qué pasa con las empresas medianas y pequeñas que no tienen el mismo acceso a capital y créditos que tiene una empresa grande? ¿Cómo costear sus operaciones (Opex) y, además, invertir en aspectos más estratégicos?

De acuerdo con Drip Capital, las inversiones de capital, es decir, Capex, se refieren a todos aquellos fondos de una compañía que se destinan a la adquisición de un activo o mejora de uno ya existente; desde adquirir una pieza de maquinaria nueva o invertir en un nuevo sistema de software, hasta reparar o comprar equipo nuevo.

En contraste, los Opex, se refiere a todos aquellos desembolsos del día a día que se requieren para que la empresa siga operando, van desde la nómina, el pago de la renta, la materia prima necesaria para la producción de insumos, pago de energía, costos de inventario, pago de seguros, etcétera.

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Respecto a cómo financiar ambos tipos de necesidades financieras, el directivo explica que persisten algunas prácticas que limitan a las empresas.

“Por su naturaleza, los créditos tradicionales son un recurso que permiten a las compañías invertir en Capex. Sin embargo, la realidad es que las necesidades inmediatas obligan a utilizarlos de maneras poco eficientes: el último reporte trimestral de Banxico sobre la Evolución de Financiamiento a las Empresas revela que la principal razón de solicitar un crédito, por parte de una organización, es cubrir su capital de trabajo. Esto a pesar de que los créditos son una de las fuentes más costosas para los gastos operativos”, acotó Montaño.

En ese sentido, Drip Capital asegura que las fuentes de financiamiento más adecuadas para cubrir necesidades de capital de trabajo (Opex) serán altamente útiles en esta nueva etapa: las empresas podrán invertir en ellas mismas, recurriendo a créditos, mientras que otros recursos más adecuados como el descuento de facturas o el factoraje, podrán ayudarles a mejorar sus flujos de efectivo con acceso inmediato a capital sin necesidad de sobre apalancamiento o comprometerse con deuda.

Es un hecho que las empresas necesitan liquidez para sobrevivir la crisis, pero también es cierto que aún es una situación complicada para que las empresas mexicanas adquieran deuda. Esto lo refleja la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), quien reportó recientemente que la liquidez de la banca en México está en su nivel más alto en 10 años, con alrededor de 1.3 billones de pesos, pero, a la vez, persiste una menor demanda de crédito y condiciones poco favorables para otorgarlo.

“Para competir en mercados nacionales e internacionales sin comprometer sus finanzas y mitigar los riesgos, __el factoraje destaca como una gran alternativa para mantener operaciones sanas y destinar sus créditos a gastos más estratégicos, como lo son las inversiones__”, finalizó Montaño.