El registro de tu empresa ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es indispensable para poder constituir tu empresa y comenzar a operar de manera legal. Este registro se tiene que hacer el mes siguiente de haber empezado a realizar operaciones económicas.

En entradas anteriores, donde hemos hablado sobre los requisitos y regulaciones para comenzar a exportar o importar, el primer paso es estar inscrito en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).

El RFC para las personas morales tiene dos objetivos principales:

  • Identificar a tu empresa ante las autoridades fiscales.

  • Agilizar trámites comerciales, crediticios y fiscales.

En esta entrada te explicamos qué es el Registro Federal de Contribuyentes, cuáles son sus principales funciones y cómo puedes registrar a tu empresa.

¿Qué es el RFC?

El Registro Federal de Contribuyentes, conocido como RFC, es una clave alfanumérica única que una empresa obtiene a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) cuando realiza operaciones comerciales de las cuales se obtiene un beneficio económico.

Es decir, todas las empresas que realicen cualquier tipo de actividad comercial deben registrarse ante el SAT para obtener esta clave que les permitirá identificarse frente a las autoridades fiscales.

Esta clave se compone de 12 caracteres para las personas morales y 13 para personas físicas, y sirve para conocer a detalle tu estado económico dentro del país.

¿Cómo se compone el RFC?

Cómo se compone el RFC

Como ya mencionamos, el RFC de personas morales se compone de 12 caracteres:

  • Primero se encuentran tres dígitos de las iniciales de tu empresa.
  • Después la fecha en que fue creada la empresa. Son seis dígitos: los primeros dos son el año, seguidos del mes y por último el día.
  • Al final, se encuentran tres dígitos que son una homoclave que te asigna el SAT al momento del registro.

¿Para qué sirve el RFC?

La primera función del RFC es como identificación de la persona moral a la que pertenece la clave. Pero su principal objetivo es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quien administra este registro, pueda tener un mayor control sobre las actividades económicas del país.

De esta manera, a través del RFC se cumplen las obligaciones legales y compromisos fiscales que se adquieren al momento de constituir una empresa y realizar operaciones comerciales. De no cumplir con estos compromisos, podrás adquirir una sanción.

Beneficios del RFC

Que tu empresa cuente con su RFC indica, en primera instancia, que las operaciones que realizas son de manera legal. Esto ayuda a obtener mayor confianza por parte de tus clientes. Otros beneficios son:

  • Tener acceso a créditos y servicios bancarios.
  • Capacidad para la contar con transferencia de bienes y propiedades.
  • Da validez y credibilidad a tu empresa frente a posibles inversionistas y socios
  • La posibilidad de acceder a cuentas bancarias, tarjetas de crédito y programas de seguridad social.
  • Poder realizar trámites como pago de impuestos y obligaciones fiscales.

Cómo es el registro de RFC y qué requisitos son necesarios

Para poder conseguir tu RFC, es necesario acudir a una de las oficinas del SAT, la única autoridad que podrá otorgar una homoclave necesaria para la identificación de una persona física o moral.

Antes de esto, tienes que inscribir tu empresa al RFC a través de la página de internet del SAT. El trámite de inscripción es totalmente gratuito.

Algunos de los documentos necesarios para el registro son:

  • Acuse de preinscripción en el RFC.

  • Comprobante de domicilio fiscal

  • Identificación oficial vigente del representante legal.

  • Personas morales diferentes del Título III de la Ley del Impuesto sobre la Renta, deberán contar con clave de RFC válido, de cada uno de los socios, accionistas o asociados dentro del acta constitutiva.

| Conoce más sobre los requisitos para el registro del RFC para personas morales en esta entrada de nuestro blog