Las PyMEs en México tienen un papel crucial para la economía del país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay más de 4 millones de estas empresas, las cuales generan el 72% de empleo y representan el 52% del PIB nacional.

Sin embargo, existen muchas áreas de oportunidad para las PyMEs, sobre todo en el comercio exterior, del cual México goza una posición privilegiada a nivel global. Según datos del Observatorio de Complejidad Económica del MIT, México es el noveno país más exportador en el mundo y se posicionó como la vigésima primera economía más compleja del mundo en 2019.

Teniendo esto en cuenta, existen grandes oportunidades para las pequeñas y medianas empresas, dentro del comercio internacional, para buscar nuevos mercados en los cuales se puedan comerciar sus productos.

En esta entrada te presentamos tres claves financieras para crecer tus exportaciones y convertir tu negocio en uno más competitivo.

Invierte en tus CapEx

CapEx es el acrónimo de Capital Expenditures o gastos de capital y se trata de todos los gastos que una empresa lleva a cabo para la adquisición y mantenimiento de bienes físicos con el objetivo de invertir en el crecimiento del negocio.

Algunos ejemplos de CapEx pueden ser: plantas, equipos y máquinas para la manufactura de tus productos, computadoras, vehículos de reparto, etcétera. La adquisición de estos bienes tiene el fin de incrementar la productividad, mejorar la logística o aumentar la capacidad de producción de la mercancía.

Al momento de exportar, es importante contar con el inventario suficiente para cumplir con la demanda que ya tienes en los lugares en los que estás presente y en los que estás pensando llegar. Para ello, es importante realizar un estudio de mercado para conocer tus clientes potenciales y la posible demanda que tendrás que cumplir.

También es importante saber que estas inversiones pueden ser muy costosas al momento de adquirirlas y que algunas de ellas se depreciarán con el tiempo como es el caso de los camiones de reparto o las computadoras.

Una gran opción para poder cubrir estos gastos sin perder tu capital de trabajo es buscar créditos bancarios que te permitan adquirir estos bienes. Este tipo de financiamiento es ideal para este tipo de inversiones ya que las líneas de crédito suelen ser mayores comparadas con otros tipos de crédito y son muy útiles para acelerar el crecimiento de la compañía.

| Puedes leer más sobre CapEx en esta entrada de nuestro blog

Busca financiamiento para tu capital de trabajo

Financia tu capital de trabajo

El capital de trabajo es un indicador que te permite conocer la liquidez con la que cuenta tu negocio, así como el margen que tienes para operar.

También conocido como fondo de maniobra, el capital de trabajo te permitirá saber la posición exacta de tu estado financiero y, durante el plan de negocios para exportar, conocer qué pasos son necesarios para cumplir con todos los requisitos que deberás cumplir para lograrlo.

Aunque al buscar incrementar tu capital de trabajo planeando incrementar tus ventas pueda parecer obvio, no siempre es la mejor opción. Buscar financiamiento es un buen movimiento, pero debes de buscar cuál de todos ofrece una mejor solución.

Los créditos bancarios suelen tener intereses muy altos y generan deudas que, con el tiempo, pueden amenazar tu estabilidad financiera. Además las barreras para recurrir a ellos son mayores comparadas con nuevas opciones de financiamiento.

El factoraje se ha convertido en una opción ideal, ya que no genera ningún tipo de deuda. Consiste en que una institución de factoraje (llamada factor) adquiere tus cuentas por cobrar y te adelante un porcentaje del valor neto de la factura. Una vez que tu cliente liquide al factor la deuda, éste te otorgará el resto menos una comisión.

Cada vez más empresas se acercan al factoraje debido a las tasas de interés bajas y que no requiere de colateral.

| Puedes leer más sobre el factoraje financiero aquí

Diversificación de mercado para reducir tus riesgos financieros

Vender un solo producto y tener una cartera de clientes pequeña trae consigo grandes riesgos financieros, debido a que, ante cualquier situación imprevista, pueda ocurrir una inestabilidad del mercado que te genere problemas de cobro que afecten tu liquidez.

Pensar en ampliar el catálogo de productos es una idea que te permitirá sostenerte de más clientes y más industrias.

Pero la diversificación no solo tiene que ver con ofrecer más a más clientes, también se refiere a la adaptación al mercado y las nuevas tendencias. [En entradas anteriores](https://www.dripcapital.com/es-mx/recursos/blog/pecados-financieros-pymes-mexico "Los principales "pecados financieros” de las Pymes"), comentamos que 83% de las empresas en México son familiares y que esto puede generar comodidad en la tradición con la que se ha manejado el negocio a través de generaciones.

Existen varios ejemplos de empresas que, ante la falta de adaptación, no pudieron hacer frente a las nuevas tecnologías que el público buscaba y cayeron en bancarrota. El mayor ejemplo es el de Kodak: luego de rehusarse a la era digital, dejaron de encontrar la demanda a la que estaban acostumbrados y tuvieron que detener su operación.

Es importante tener en cuenta este tipo de riesgos para realizar planes de negocio que se alejen de ellos. Exportar es un riesgo por sí solo, pero alejarse de los que ya conocemos, hará que las probabilidades de tener éxito sean mayores.

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